Columnas

Algo huele mal en la Universidad Autónoma de Querétaro

Hace unas semanas, en atención a una denuncia que nos hicieron llegar alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro, de la licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia, en la que dan a conocer presuntos actos de acoso a jovencitas que cursan esa carrera, por parte de un académico, publicamos una nota que recibió varios comentarios, la mayoría en defensa del doctor y solo uno en apoyo de las denunciantes.

Entre los comentarios también recibimos la amenaza de una joven que, desconocemos si es alumna o académica, estaba indignada por la acusación al docente y carente de empatía hacia sus congéneres; en pocas palabras amenazó a este reportero de perder su trabajo por lo publicado y erigiéndose en vocera del estudiantado.

Por política de la empresa no acostumbramos contestar comentarios ni entrar en discusión con nuestros lectores, por lo que en esta columna expongo mi muy personal opinión y algunos de los comentarios que recibimos.

El primero en salir a defender al “Doc” fue un joven que asegura ser egresado de la UAQ, quien dice: “El Doc podrá ser lo que quieran pero misógino y acosador? Nunca lo vi tratando mal a una mujer y hasta tuve la oportunidad de trabajar con él. Se lleva pesado Simón… como con todos los que nos llevamos así con él y en cuanto no dan risa sus comentarios él se detiene.

Ahora cuál es el pedo si tiene novia en la facultad? La chava no tiene edad suficiente para decidir con quien quiere relacionarse? Por que digo… nunca vi notas sobre las orgias que hacían en amazcala o de las morras que abiertamente se acostaban con docentes o tenían esa intención… al final no solo es opinión mía sino de quienes convimos (sic) años con él…

Lo anterior da la razón de que en la UAQ sí pasan actos que no deberían ocurrir entre académicos y alumnas, y que no solo los estudiantes lo saben sino las autoridades también y no hacen nada. Además, estas respuestas hacen ver que las relaciones sentimentales o de acoso de académicos hacia alumnas, es algo muy normal para algunos. ¿Quizá porque son hombres y no han tenido que lidiar con eso?

Sería bueno analizar que, comentarios sexistas, misóginos e incluso el albur entre académicos universitarios y alumnas, puede entenderse como acoso y una prueba es “lo pesado” y lo “confianzudo” que describen es el “Doc”, lo que debe ser inaceptable en una universidad de prestigio.

Otra joven, defendió apasionadamente al “Doc” y solo porque a ella nunca la acosó, llama cobardes a los denunciantes por no dar la cara, preocupada por la imagen de la universidad, no por apoyar a compañeras de estudios. En su comentario reconoce que el “Doc” es “confianzudo, pero jamás se pasó de listo”. ¿Entonces, hay respeto o no entre académico y alumnas? Entonces, ¿La actitud de los académicos –porque son los adultos- no da mala imagen a la universidad?

Esta misma joven comenta que todo está muy bien en la UAQ y que una vez una maestra la defendió. ¿Por qué si todo está bien y hay respeto, una maestra debe defender a una alumna?

Solo una joven que, al parecer es egresada de esa licenciatura y quien de entrada manifestó creerle a las alumnas y darles su apoyo, sin embargo, hubo un momento que titubeó al intercambiar comentarios con la apasionada defensora del “Doc” que insistía en que las afectadas denuncien, en justificar los “romances” entre académicos y alumnas, en que la nota tiene algún interés. 

Sin embargo, la joven que titubeó al final escribió: “En esta publicación 4 personas de 3 generaciones diferentes comentamos ver y/o escuchar actitudes incómodas tan es así que tuvimos que poner un alto, así que algo de verdad tiene la nota”. 

Aunque la «apasionada» finge entender, pero no deja de apoyar al «Doc» y poniendo en duda apalabra de sus mismas compañeras.

De eso se trata publicar una denuncia, de que la víctima tenga alguien que le escuche y le crea, es a las autoridades, en este caso universitarias, en otros, judiciales, las responsables de investigar y sancionar, si la falta lo amerita. 

Es responsabilidad de las autoridades académicas cuidar el prestigio de su institución y procurar que los alumnos reciban la educación que merecen, pero también vigilar que sus derechos no sean violentados.

Finalmente, sabemos que la UAQ cuenta con protocolos de actuación, pero desconocemos por qué las ofendidas no recurren a ellos. ¿Será porque no solo sus compañeros dudan de su palabra, sino también las autoridades universitarias?

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