Por Carlos De Marcelo Balderas
En los últimos tiempos se ha visto un cambio radical en el futbol de Norteamérica. Si bien la CONCACAF es la confederación que representa a las asociaciones de América del Norte, Centroamérica y el Caribe; México, Estados Unidos y Canadá son los países que se llevan los reflectores en el área.
En los últimos años el futbol canadiense y el estadounidense han tenido un crecimiento exponencial. Las franquicias de la Major League Soccer representan un buen negocio en Estados Unidos, y estas han tenido un desarrollo en conjunto con la liga, causando impacto de diferentes maneras al juego del balompié americano. La Federación de Futbol de los Estados Unidos y la Asociación Canadiense de Futbol son los organismos que más se han visto beneficiados por el desarrollo de la MLS.
Por el contrario, en el futbol mexicano no pasa nada parecido a lo que ocurre en Estados Unidos y Canadá. Mientras que en la MLS confían en los jugadores jóvenes, en la Liga MX traen a extranjeros en exceso; mientras que en la MLS venden a los mejores prospectos al futbol europeo, en la Liga MX inflan el precio de los jugadores para que así no salgan con tanta facilidad.
La CONCACHAMPIONS es el torneo entre clubes de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe. Este, por años, ha sido dominado ampliamente por equipos mexicanos, pero cada vez más son los equipos canadienses y estadounidenses lo que llegan a las fases finales del torneo.
En la edición actual del torneo, en los cuartos de final, tres equipos han sido víctimas ya del poderío de la MLS: Comunicaciones, Pumas y Santos. Los marcadores en estos encuentros fueron los mismos para los equipos estadounidenses: Pumas cayó por tres goles a cero frente al New England Revolution; León, por el mismo marcador, cayó ante el Seattle Sounders y el Comunicaciones de Guatemala fue derrotado por el New York City Football Club con un marcador de tres goles contra uno.
Los equipos mexicanos todavía tienen posibilidades de avanzar a las semifinales del campeonato si logran la hazaña en los partidos de vuelta, pero el panorama es difícil.
La brecha entre las distintas ligas no es grande, pero pronto el futbol estadounidense podría superar al mexicano, sino es que ya lo superó.
