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Qatar 2022: el tiempo juega a favor o en contra

Un mundial es una puerta que permite la entrada del mundo al país sede y la salida del país sede al mundo.

Por: Dr. Erasmo Zarazúa Juárez*

La larga espera de 12 años por fin terminó, en muy poco tiempo se dará el silbatazo inicial de Qatar 2022. Solamente en una vez había ocurrido que la sede de una Copa del Mundo de la FIFA se otorgara con tanto tiempo de antelación, que fue el caso de Colombia, a quien se dio la sede de la Copa de 1986 en el Congreso de 1974, es decir 12 años antes.

Aquel mundial del 86 tuvo que ser rechazado por Colombia. Situaciones económicas y políticas internas, así como las geopolíticas concernientes a la Guerra Fría, impidieron al país sudamericano organizar el evento deportivo. La sede la obtuvo finalmente México, convirtiéndose en el primer país en celebrar dos veces el Mundial.

La FIFA otorgó la sede con antelación para que Colombia se preparará, pero resultó todo lo contario, el tiempo tan largo enfrió el entusiasmo inicial de la asignación, se dejaron para después o para la siguiente administración los preparativos. Asimismo, los críticos a la sede tuvieron más tiempo para insistir en que había sido un error elegir a Colombia y buscar el cambio de sede. Algo parecido nos ocurrió en la última década con la elección de Qatar 2022.

Cuando en 2010 se decidió otorgar la sede de dos mundiales, los de 2018 y 2022, de una sola vez y con tanto tiempo, no dejaba de ser sospechoso. En el año 2001 la FIFA estableció la rotación continental (confederaciones) para elegir a las sedes de las copas del mundo. Debido a que se buscaba que África tuviera el mundial, se debió poner este candado, ya que Alemania se quedó con la sede de 2006. El poder de Europa es basto en el futbol y busca tener de manera repetitiva la copa.

Posteriormente le correspondía, de manera rotativa, a Sudamérica la organización del mundial 2014. La FIFA se percató que la búsqueda de la sede disminuyó, pues al fijarla por rotación sólo algunos países o uno serían los candidatos, debilitando la organización, ya que aplicaban la ley del mínimo esfuerzo, pues el mundial lo tenían en la bolsa; este fue el caso de Brasil, que desde ese 2010, es decir cuatro años antes, ya se vislumbraba un mal trabajo, y a la postre realizó un muy desorganizado campeonato del mundo. 

En la elección de 2010 la FIFA revoca la rotación, para que las confederaciones y el país sede no se confíen. La competencia global haría que los candidatos trabajaran más, se organizaran mejor y el resultado sea el deseado. Nuevamente la FIFA utiliza la estrategia de dar la sede con tiempo, para dar margen de maniobra; Sudáfrica apenas había terminado las instalaciones y Brasil no había puesto ni la primera piedra de varios de los estadios. El factor tiempo usado para la construcción de instalaciones beneficia a países poco dotados de la infraestructura, pero también otorgar la sede con antelación genera beneficios económicos: patrocinios, derechos de tv, contratos, etc.

Ambos puntos de combinaron y se pusieron en juego dos sedes mundialistas en el mismo congreso, a diferencia de 2014, con un sólo candidato. Se oficializaron para 2018 y 2022 Rusia, Inglaterra, España/Portugal, Países Bajos/Bélgica, Estados Unidos, Corea del sur, Qatar, Japón y Australia; y las no oficiales, de México e Indonesia. 11 candidatos buscaron los votos del órgano rector del futbol.

Las confederaciones de África y Sudamérica no podían presentar candidaturas por ser recientemente electas y se dejó fuera de este veto a Europa que fue sede en 2006. Europa es quien más ha celebrado el mundial, pues es la confederación más poderosa. Para darle un orden, la FIFA señala que 2018 será para Europa y el 2022 sería disputado entre los candidatos no europeos; la disputa fue feroz, todos los recursos diplomáticos, políticos, futbolísticos y claro, económicos, entraron en juego.

Cuando analizamos quienes nos dedicamos a esto del futbol y sus mundiales, los ganadores a primera vista debieron ser Inglaterra y EE. UU, pero al realizar un análisis más profundo no sería así, el factor expansionista de Rusia era enorme y como miembro de los llamados países BRICS era lógico pensar que se llevaría la sede, pues tendría los Juegos Olímpicos de invierno de 2014, así como Sudáfrica, Brasil y China habían tenido o tendrían sedes de olímpicos o mundiales, ¿porque Rusia no sería como los otros BRICS? 

Para el 2022 el candidato más fuerte era EE.UU, ya que la CONCACAF no ha tenido mundial desde el siglo pasado, en 1994. Pero la Unión Americana no requiere de 12 años para preparase, es una nación que puede celebrar una fiesta deportiva del nivel de macro-evento en cuestión de semanas, pero no lo hace, no por falta de estructura deportiva, turística, comunicaciones, recursos económicos etcétera, sino por cuestión de agenda con todos sus eventos locales y regionales.

El tiempo de 12 año de antelación indicaba la intención de la FIFA de extenderse a lugares nuevos, entonces los candidatos fuertes eran Australia y Qatar, aunque geográficamente Australia pertenece a Oceanía, está en la confederación de Asia y ésta sólo celebró el mundial de 2002, en Corea del sur y Japón, lo que provocaba que quedaran descartados, pues de volver el mundial al continente asiático no debía ser a los mismos países. La presión era demasiada.

Tiempo después Blatter, presidente de la FIFA, declaró que el buscó, sugirió y de cierta manera apoyaba a los EE.UU. ¿Entonces qué paso? He de confesar que en aquel 2010 la parte emocional me decía “extenderán el futbol a Oceanía, será Australia, le darán tiempo a prepararse pues es nuevo en esto y así hablar realmente de la Copa Mundial, el campeonato por fin se ha celebrado en todos los continentes” pero la parte racional me decía “será Qatar debido a la expansión del futbol en la zona geográfica del medio oriente, en la población del mundo árabe, el poder económico del país apoyados en gas y petróleo, su crecimiento en el mundo deportivo como patrocinador, su poderosa televisora, un país que busca su lugar regional entre Israel, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos, etc..”

La variable que determinó todo fue el tiempo. Todos los demás candidatos de alguna u otra manera tienes infraestructura e instalaciones deportivas; el que no y debía hacer todo o casi todo nuevo era Qatar, entonces él era el elegido, él fue el causante de adelantar tanto la elección de la sede, 12 años, para tener todo listo. 

Un evento deportivo del nivel de Juegos Olímpicos y Mundial FIFA son utilizados como punto de proyección internacional, “poder suave” lo llaman algunos; otros, posicionamiento de “marca-país”; otros con el término “sportwashing”. Después de México’86 se registró un alza creciente en el turismo internacional, principalmente al sureste del país. Italia y Francia lograron un reposicionamiento en la hoy llamada Eurozona, además de beneficios económicos; Corea y Japón lograron proyección internacional. Pero en los últimos Macro-Eventos no todo fue positivo. 

Sudáfrica fue exhibida por caso de corrupción en la obtención de la sede de 2010, involucrando a Lula, quien fue y será el próximo presidente de Brasil. Asimismo, el país Sudamericano proyecto desorganización, atrasos, manifestaciones, corrupción, descontento social, en 2014. Rusia y Alemania fueron señalados por corrupción. 

El que Qatar obtuviera la sede 12 años antes le ayuda en la parte de infraestructura, pero le ha perjudicado en la exposición: durante más de una década ha sido blanco de los señalamientos de organizaciones internacionales, algunos países, gremios. Los temas relevantes son Derechos laborales, Medio Ambiente, la comunidad LGBT+, Derechos de la mujer, forma de gobierno, Derechos Humanos. Muchas de las notas en medios oficiales y no oficiales son “lo prohibido en el mundial”; ese tipo de contenido es lo que el ciudadano común está consumiendo.

Después de México o Brasil, la idea en la población mundial era la fiesta, las playas; después de Corea, lo limpios y organizado; después de Alemania, sus agradables instalaciones; después de Rusia, que todo es muy grande. 

El ciudadano común no está al pendiente de cómo es la vida en otra parte del planeta, pero al estar Qatar en los reflectores por el evento deportivo, el espectador occidental voltea y ve que hay países con la forma de gobierno como la de Qatar, y le es extraño, así como una forma de vida que le es completamente ajena. A Qatar le corresponde, por ser el primero en albergar un evento deportivo de esta talla, ser el embajador ante el mundo de su cultura, religión, idioma, geografía. Este papel lo asumió México al ser el primer país latinoamericano con los Juegos Olímpicos en 1968, y aunque los mundiales ya se habían celebrado en Uruguay, Chile y Brasil, la Copa del mundo de 1970 fue la primera de carácter que conocemos hoy, es decir una fiesta global, con cuatro continentes representados, así como con todas las características políticas, sociales, culturales, económicas de un Mega-Evento.

Qatar, al igual que otros países sedes tiene críticas, pero se le cargan más los temas delicados, los que el ciudadano común identifica más: las altas temperaturas, que hacen cuestionar la sede; y el cambio de calendario, derivado del tema de temperaturas. 

A lo largo de los años se escuchó muchas veces el cambio de sede, aun con los cambios de los dirigentes de la FIFA la sede no se movió, aun con las investigaciones y castigos dentro y fuera del organismo, la sede continua.

Los llamados a “Boicot” también han sido muchos a lo largo de estos años, de manera oficial no los hay. Organizaciones y ciudadanos plantean estrategias para hacerse notar durante el mundial. Las inconformidades y llamados de atención por parte de organismos o países pasaron a segundo plano después de los acontecimientos en Ucrania-Rusia, el tono de las criticas fue disminuyendo mientras los contratos de gas y petróleo se fueron firmaron a partir de la primavera del 2022.

México fue criticado, juzgado, presa de la prensa de nota amarilla, pero con el trabajo que realizó salió adelante y mostró los mejores eventos celebrados hasta ese momento, además de su alegría. Qatar es el país que más ha luchado por la sede, tanto para obtenerla como para no perderla y evitar boicot.

Qatar, en el siguiente mes, tendrá la tarea de demostrar los resultados de esos 12 años de preparación y lucha, ser el rostro de muchos pueblos de la zona, aportar a la aldea global su contribución, como lo han hecho todos los países sede, pero también recibirá del mundo su influencia, se le denomina legado al cambio, que permanece después de la celebración de un Mega-Evento. 

En el caso material, sabemos que será la infraestructura de edificios, metro, aeropuerto, estadios; pero ¿cuál será el legado inmaterial?, ¿acaso nuevas leyes?, ¿cambios sociales o políticos?

Pero no sólo cambios en el país sede, sino también dentro de la FIFA y la asignación de las sedes. ¿Veremos cambios como los realizó el COI? Considero que sí, lo sabremos a partir de 2023. Un mundial es una puerta que permite la entrada del mundo al país sede y la salida del país sede al mundo.

*Académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

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