Columnas

Ferrosur, la “manzana de la discordia”

Por Silvia Ortiz

La acción gubernamental de la toma de Ferrosur no sólo estropeó lo construido hasta el momento entre el gobierno federal y la Iniciativa Privada –que realizaron encuentros para hablar sobre el proyecto del Corredor Interoceánico—, sino que amenaza con ahuyentar la inversión y apagar la luz que ya se veía para impulsar la economía en la región sur del país.

CIUDAD DE MÉXICO (24/05/2023).- Cuando todo parecía indicar que el gobierno federal y el sector privado estaban en plena luna de miel y que juntos, de la mano, llevarían más inversiones al sur del país –una región marginada y con altos índices de pobreza, en donde la Inversión Extranjera Directa (IED) aún no figura—, hoy la relación entre ambos sectores se encuentra fracturada y más que eso: con un mensaje de incertidumbre jurídica al extranjero lo cual es preocupante, ya que México está en los reflectores del mundo porque es sumamente atractivo para la relocalización de plantas de manufactura derivado de la tendencia del nearshoring, con la que se busca estar cerca del mercado meta y reducir los riesgos en las cadenas de suministro.

Los datos que dio a conocer esta semana la Secretaría de Economía (SE) así lo reflejan: En el primer trimestre de 2023 la IED se incrementó 48% con respecto al mismo periodo de 2022.

Y con esta “oportunidad de oro”, como la llaman los mismos empresarios, se echó toda la carne al asador para encaminar las inversiones hacia el sur del país, en donde se construirá el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, cuyo proceso de licitación destinado a 11 sectores industriales inició hace un par de semanas. La titular de la Secretaría de Economía (SE), Raquel Buenrostro, desde hace meses no para; anda como en campaña promoviendo este proyecto logístico para vender la región del sur ante los empresarios de México y el mundo. Por su parte, la Concamin, incluso las armadoras automotrices, se vanagloriaban en sus redes sociales de los encuentros con la secretaria Buenrostro, quien en cada reunión les presentaba el proyecto visto por la dependencia como el catalizador de las inversiones por las ventajas logísticas que tiene.

No obstante, la luna de miel entre el gobierno y la Iniciativa Privada ya se terminó y la “manzana de la discordia” es Ferrosur de Grupo México Transportes (GMXT) cuya división de transporte obtuvo ventas netas acumuladas al 2022 por 2,713 millones de dólares y un EBITDA – Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization o ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización— de 1,234 millones de dólares, lo que significó un aumento de 7.5% y 9.9%, respectivamente. Para el cuarto trimestre de 2022 las ventas fueron de 699 millones de dólares, 10.8% por encima del cuatro trimestre de 2021 y el EBITDA fue de 316 millones de dólares, 15.8% por encima del cuarto trimestre de 2021.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, decretó este 19 de mayo una ocupación temporal del tramo ferroviario que fue concesionado a Ferrosur y que va de Coatzacoalcos a Medias Aguas; abarca 120 kilómetros de un total de 1,549 kilómetros de vías que cubren la parte centro y sureste del país; atiende principalmente los estados de Tlaxcala, Puebla, Veracruz y Oaxaca, y tiene acceso a los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos en el Golfo de México.

Esto se dio en momentos en que se estaban llevando a cabo negociaciones con la empresa para permitir el uso de esas vías para el ferrocarril transístmico a cambio de una indemnización.

El presidente expresó que la empresa de Germán Larrea pidió una indemnización de 9,500 millones de pesos (mdp). Ante el hecho, el gobierno no rescindió la concesión y envió elementos armados de la Marina para ocupar las vías. La empresa informó hasta el cierre de esta edición que las negociaciones continúan con el gobierno, aunque en una circunstancia difícil por lo sucedido.

Dijo que en 2022 se firmó un acuerdo con las secretarías de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes, que contemplaba la construcción de una segunda vía con independencia operativa, que sería entregada a la Secretaría de Marina para uso del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec. Y aunque Grupo México realizó obras de construcción por las que hizo gastos por “cientos de millones de pesos, el acuerdo fue desechado por el gobierno meses después”. Se le preguntó a la empresa sobre la indemnización a la cual se refirió el presidente y no rechazó haber pedido esa cantidad, cuyo monto lo calcularon con base en el Tren Maya.

Este hecho –por el mensaje que envía de incertidumbre jurídica— pone en riesgo la inversión no sólo de la región sur sino la del país entero, independientemente de que si el presidente no realizó una expropiación porque se trata de una concesión y cuando se concesiona un servicio se otorga su administración a un conjunto de particulares, en este caso la empresa de Germán Larrea tenía permiso para operar ese tramo de vías férreas, lo que no quiere decir que ese mismo tramo fuese propiedad del empresario Larrea o de Grupo México. El decreto declara la actividad pública de diversas actividades ferroviarias que estaban concesionadas al sector privado en la zona del Istmo y que pasarán ahora a manos de la empresa paraestatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S.A. de C.V.

El caso hacia el exterior se escucha más fuerte porque la cúpula empresarial de México se solidarizó con Germán Larrea y levantó la voz; el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), expresó su preocupación “por los efectos negativos que este tipo de decisiones generan en la confianza de invertir en México y de generar empleos, en un momento de grandes oportunidades”. Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) indicó que lo sucedido manda un terrible mensaje para el impulso económico en el sur del país. Y justo en estos días la presidenta del organismo, Esperanza Ortega, se encuentra de gira de trabajo en China, “en busca de nuevas oportunidades que beneficien a los industriales de México”,  se expresa en la cuenta de Twitter de esta cámara.

Mientras no se arregle esta situación, se ve más lejos la inversión en la región del sur del país, pues los estados del norte, y del bajío y centro son los mayores receptores de la inversión en la que figura Nuevo León, Ciudad de México, Chihuahua, Jalisco, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, entre otros.

Ya se veía una luz para impulsar la economía de la región sur del país, esperamos que esa luz no se apague.  Los  invito la próxima semana a visitar este espacio periodístico, cuyos contenidos comparto cada miércoles, en el noticiario “La mejor información al amanecer”, con Vero Méndez, de 5 a 6 de la mañana, por W Radio.

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