Los sabores que invaden el ambiente de este lugar son una invitación a disfrutar de los placeres culinarios y su menú se corona con una auténtica joya: su gelato preparado al momento.
Por Claudia Carrillo
¿Recuerdas la película La Dolce vita? Te gustaría vivir la fantasía de sentirte parte de la aclamada historia cinematográfica de Federico Fellini.
Pues bien no necesitas viajar a Italia para hacer realidad esta fantasía, ya que aquí dentro de la Ciudad de México lo puedes hacer realidad, sí, dentro de la colonia Roma se encuentra Marcello, un restaurante cuya atmósfera recuerda a la Italia de los años 60, aquella que se caracteriza por su esencia impregnada de La Dolce Vitta.
Los sabores que invaden el ambiente de este lugar son una invitación a disfrutar de los placeres culinarios y su menú se corona con una auténtica joya: su gelato preparado al momento.
Su textura cremosa y seductora es el resultado de un delicado equilibrio entre tiempo y dedicación. Cada minuto que tarda en llegar a la mesa es garantía de una suavidad inigualable que se convierte en una caricia al paladar.
En la cocina del restaurante se hospeda una máquina cuya labor es sólo una: preparar en el momento preciso el postre perfecto. El proceso comienza con una suave pasta italiana que tarda alrededor de 20 minutos en enfriarse y alcanzar su cremosidad exacta. Al final, la textura y el sabor a pistacchio se complementan perfectamente con un relleno crujiente de frutos secos.
Cada gelato es de un tamaño semejante al de una mano, por lo que es ideal para compartir al menos entre dos personas. Su presentación es exquisita, pues llega a la mesa en un hermoso platón de mármol, cuya amplitud permite disfrutar cada bocado con deleite y pasión.
Otro de los rasgos que hace diferente a esta delicia es que no se almacena, sino que se elabora en el momento, es por ello que toma su tiempo en servirse, pero bien vale la espera. Este meticuloso proceso garantiza que cada gelato sea una creación sin igual, destinada a un único comensal y preparada exclusivamente para quien sabe apreciar los verdaderos piaceri della vita.
Al igual que este postre helado, el resto de los platos que se sirven en Marcello fueron creados para celebrar la tradición italiana y otorgarle un toque contemporáneo: cada comida clásica es reinterpretada y transformada en creaciones capaces de conquistar a cualquier generación.
Desde su oferta de coctelería, pasando por sus pastas y pizzas, hasta su gelato de pistacchio, todo en Marcello es perfecto para compartir momentos de complicidad y amor, ya sea con la pareja, familia o amigos.
Fotos: Cortesía
