Cultura

Hablantes del español viven mejor que los hablantes de una lengua indígena: Concepción Company Company 

Es necesario invertir en infraestructuras y en la investigación lingüística: Company Company.  

● Para revertir este problema social, la lingüista propuso llevar la industria a zonas monolingües y ofrecer incentivos fiscales a los empresarios que aprendan y apoyen a la lengua originaria de la región

● La propuesta la hizo en la Fiesta del Libro y la Rosa 2024, durante la presentación del libro 1519. Contacto, literatura y memoria lingüística en México (El Colegio Nacional, 2024)

La lingüista Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional, reconoció que el idioma español siempre ha mantenido una relación asimétrica con las lenguas indígenas, en el sentido de que los hablantes del español tienden a tener una mejor calidad de vida que los hablantes de las lenguas originarias.

Responsabilizó a las políticas públicas, las cuales deberían permitir que las personas, “más allá del discurso, reciban mejores salarios y disfruten de una mejor calidad de vida” hablando una lengua indígena o español; sin embargo, “no es así”, afirmó Company Company durante la presentación del libro 1519. Contacto, literatura y memoria lingüística en México (El Colegio Nacional, 2024), que se realizó en la Fiesta del Libro y la Rosa 2024.

En la conversación que sostuvo con Pedro Martín Butragueño, investigador del Colegio de México, y Alejandro Cruz Atienza, director de Publicaciones de El Colegio Nacional, Company Company señaló que la lengua española llegó a México en 1519 como lengua de conquista, lo que significa que el español alteró “las coordenadas vitales de los pueblos que habitaban el espacio donde llegaron los conquistadores. Fue una catástrofe absoluta para los pueblos indígenas”, explicó.

Company Company profundizó en que, en un principio, el español como lengua de conquista sólo se utilizaba para tres aspectos fundamentales: el comercio (explotación de recursos), la administración y la evangelización. 

Sin embargo, a partir de 1570 y 1580, la lengua española trascendió esas tres áreas y empezó a influir en otros aspectos de la vida cotidiana, creando imaginarios, cultura, literatura, historia y filosofía.

En este sentido, Company Company señaló que el Barroco novohispano se construyó con lengua española. Carlos de Sigüenza y Góngora y sor Juana Inés de la Cruz realizaron sus grandes obras en lengua española. Para fines del siglo XVII y entrado el XVIII se observa que el español dejó de ser solo una lengua de conquista y rebasó los tres ámbitos iniciales (comercio, administración y evangelización) para convertirse en la lengua patrimonial de miles de mexicanos.

“Hoy en día, el español es la lengua patrimonial de más de 126 millones de mexicanos que solo tienen el español como lengua materna. A pesar de ello, el español tiene un estatus controvertido y muy ambiguo. En 2019, en muchas zonas de México, surgieron grupos de pueblos originarios con pancartas que decían: ‘No fuimos conquistados’, y siempre lo escribieron en español. Esto es una evidencia contundente de que sí fuimos conquistados. Sin embargo, también significa que, tras 500 años de cimentación y profundidad, el español se ha convertido en la lengua patrimonial”.

1519. Contacto, literatura y memoria lingüística en México 

El libro 1519: Contacto, literatura y memoria lingüística en México es el más reciente volumen coordinado por Company Company en El Colegio Nacional. El texto surgió de una serie de conferencias convocadas por la maestra emérita de la UNAM en 2019, con el propósito de reflexionar sobre una efeméride que no podía ser ignorada: los 500 años del arribo de Hernán Cortés y sus hombres a tierras del actual territorio mexicano.

“En 1519 se inicia un hecho ineludible: la construcción de lo que hoy conocemos como México. El México actual, mestizo, complejo, multilingüe y multicultural. Y este proceso tomó un carácter mucho más definido en 1521”, señaló Company Company.

Por su parte, el investigador Martín Butragueño destacó que se ha planteado que el español se convirtió en la lengua patrimonial de México a partir del 13 de agosto de 1521, lo cual “no es cierto”, ya que el español experimentó un desplazamiento gradual. Aunque existen fechas específicas, como 1770, cuando, derivado de las leyes borbónicas, muchos «pueblos de indios» que mantenían cierto aislamiento cultural y lingüístico se incorporaron como municipios de la corona para poder ser gravados con impuestos. Las ideas de modernidad del siglo XIX rompieron el aislamiento de dichos pueblos originarios.

Por otro lado, Martín Butragueño señaló que el pensamiento progresista decimonónico tenía como objetivo integrar a los indígenas expulsándolos de sus comunidades originarias y de sus lenguas. En la actualidad, el investigador opinó que el español atraviesa tres paradigmas sociales y lingüísticos:

“El primero es el empoderamiento, la apropiación de que somos dueños del español en general; en mi opinión, esta patrimonialización no se ha alcanzado plenamente. El segundo paradigma es que sí nos sentimos dueños del español de México, pero no del español en general. El tercer paradigma que cohabita y entra en conflicto con los otros es el español poscolonial, que se manifiesta en las relaciones con las lenguas originarias, dado que el español, como lengua dominante, sigue desplazando en numerosas comunidades indígenas a las lenguas ancestrales”.

Otro de los mitos que se desmontó Company Company y registrado en el libro 1519: Contacto, literatura y memoria lingüística en México, es que los primeros españoles que llegaron a México eran unos incultos y “patanes”. Lo que se demuestra es que traían en la memoria colectiva, “un imaginario moldeado por una rica tradición estética que se refleja en las crónicas y documentos; en Bernal Díaz del Castillo se ve cómo, al hablar entre ellos, empleaban refranes, cuentos, leyendas, romances… que darían pie al corrido tradicional mexicano”.

Company Company hizo un llamado a invertir en infraestructuras y “meterle lana” a investigación lingüística, así como en la recopilación de diversos corpus, de lo contrario, “no sabremos por qué hablamos el español que hablamos, por qué tenemos dialectos mixtos y cuáles son las condiciones internas y externas que llevan a un hablante a desplazarse hacia otra lengua”.

De igual manera, propuso la realización de mesas interdisciplinarias en El Colegio Nacional para analizar la posibilidad de llevar fábricas e industrias a zonas monolingües o con una fuerte presencia de lengua indígena, como las fábricas de Volkswagen en Puebla o la vainilla en Veracruz y otorgar ciertos beneficios fiscales a los empresarios si los directivos y gerentes aprenden la lengua indígena de la zona. “Ese sería un modo de mejorar la calidad de vida” en aquellas regiones, consideró Company Company.

Por su parte, Martín Butragueño enfatizó que las lenguas indígenas no deben conservarse por ser interesantes, por reflejar una cultura o tradición, o por ser particularmente ricas; más bien, “deben conservarse porque representan un derecho de los hablantes. En general, esas lenguas deben reflejar un valor específico, como un valor económico concreto, no solo un valor cultural”, concluyó.

Fotos: Cortesía

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