Por: MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
“Tengo ternura que me ha sobrado y el alma enferma de soledad…” Freddy Noriega
No, no es convocatoria para mentarle la madre al licenciado presidente ni confesión de praxis cotidiana de la sociedad inconforme y agraviada, dislocada del fanatismo aullador de la plaza pública que todo aplaude y perdona.
No. Mire usted.
Exultante, el licenciado López Obrador irrumpe, cual crooner en la mañanera con traje nuevo de cashmere. Brilla su dentadura, curiosamente parejita como promocional de Colgate y el destello del colmillazo pulido artífice impulsor de la industria de la protesta que lo llevó a la Presidencia.
Y, a días de sacar sus tiliches de Palacio Nacional confiesa que se siente de poca: feliz, feliz. Habla lindeza y media de su obra política, es decir, de la Princesa Caramelo y hasta se le pega la gana rifar su reloj.
Experto en eso de timar con rifas, se la aplicará a sus aplaudidores de la barra mercenaria, a los chicos y las chicas de la banda del poeta, escritor y DJ Jesús Ramírez. Que se chinguen, total sus cuentas están maiceadas.
“¡Miren! –dice a los sedicentes periodistas–, al 15, domingo 15 de septiembre. Premio mayor, relojes, esos sí son machuchones, ¿no? No de tres mil pesos como este; pero este tiene otro tipo de valor, lo he usado durante todo el gobierno, y lo vamos a rifar el lunes 30 para ustedes, aunque se molesten los comunicadores convencionales, famosas”.
Y, chicos y chicas adulantes aplauden, felices. ¡Sí!, ¡sí! Un recuerdo del Duce; relojazo, wacho, molleja presidencial que seguro los coleccionistas querrán tener en su vitrina de cristal biselado.
¿Qué le parece?
¡Ay!, señor presidente, sí que amaneció de buen talante, pero, eso sí, con la idea fija de joder al Poder Judicial y cepillar a más de 50 mil trabajadores de la mano con jueces, magistrados, ministros y quien se atraviese.
Se le nota que anda rete feliz, dicharachero. ¿Y que le provoca esa felicidad desbordada a Su Alteza Serenísima? Confiesa el Santo Niño Fidencio de la charca del Zócalo:
“Pero lo que más, más, más… O sea, ya dije: reducir pobreza, economía estable, bienestar, estabilidad política, porque hay libertades, todo mundo se manifiesta, hasta se exceden, mentándole la madre al presidente, no pasa nada. Bueno, los que deberían de hacer valer la Constitución, las leyes, la violan, los ministros, que hacen paros y se manifiestan, no pasa nada, porque hay estabilidad política, porque el pueblo está contento, la mayoría del pueblo está a gusto, porque hay mejores ingresos”.
En esas andaba y la colega Diana Benítez, reportera del periódico El Financiero salta al ruedo de la mañanera:
“(…) usted ha dicho que se retira ya completamente de la vida pública del país una vez que concluya su encargo, y con eso yo le preguntaría: si así lo quisieran, ¿sus hijos podrían dedicarse ya a ser política abiertamente?”
Listo como es, el licenciado presidente alude al acuerdo que hizo con sus vástagos para que “mientras yo fuese dirigente o servidor público, ellos no iban a trabajar en el gobierno (…)”. ¡Ups!, falaz, se despacha:
“Pero uno tiene que ser consecuente. Si yo aceptara el nepotismo, el amiguismo, el influyentismo, la corrupción, no tendría autoridad moral, y cualquiera me faltaría el respeto; me faltan el respeto, pero porque están enojados, sin razón. Entonces, hemos cuidado mucho eso”, sostuvo el licenciado López Obrador.
En serio, no se ría. Porfis.
Y es que, usted y yo sabemos del nepotismo galopante de la 4T. Por ejemplo, la familia del Eliot Ness de petatiux, Pablo Gómez y Álvarez; ni qué decir de la prístina y honesta dinastía Batres Guadarrama, o la familia de la señorita de Bucareli, por citar unos casos.
¿Y qué de la corrupción? ¿Sólo la multimillonaria Estafa en Segalmex?
El auditor Superior de la Federación, David Colmenares Páramo, y el secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y el honesto Pablo Gómez pueden hablar largo y tendido de los miles, sí, miles de casos de corrupción que llevan a preguntar. ¿dónde están el dinero y los pillastres?
Incluso, ese elefante blanco llamado Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, no ha rendido informe de sus andanzas. Recuerde usted que la transa que encontró Jaime Cárdenas Gracia cuando debutó como su director fue de tal largueza e impunidad que optó por renunciar.
Y ni qué decir de lo que encontró el entonces senador Germán Martínez Cázares cuando asumió la dirección general del IMSS. Se negó a ser partícipe de la galopante corrupción y saqueo que priva en el Instituto y renunció.
Bueno, bueno, y qué de sus cuates, compadres, amigos, primos, primas, hermanos y etcétera, etcétera que ocupan cargos diversos en el gobierno federal y en la mayoría de los estatales.
Y ahora, he ahí, señoras y señores que al proyecto de la señorita de Bucareli se suma como el más chingón de la pradera, Andrés Manuel López Beltrán quien será secretario general de Morena y ahí hacer campaña rumbo a la sucesión de la Princesa Caramelo en 2030.
¿A poco no?
“No creo que, para eso, pero sí va a participar, eso me lo planteó. Y quiere apostar a ser electo, o sea, no impuesto. Y yo no tengo nada que ver con eso, porque, además, yo ya me retiro (…)”, atajó Su Alteza Serenísima. Explicación no pedida.
¡Ah!, pero eso sí:
“Y estoy contentísimo, feliz. Bueno, ya lo saben, ya lo he dicho, pero lo repito (…).
“Ah, pero ¿qué piensan que me tiene más tranquilo? La presidenta, la confianza que me da la presidenta electa, próxima presidenta constitucional, eso es mi bálsamo. A los niños que les da mal de ojo, calentamiento de cabeza, ¿qué le hacen en los pueblos? Los ensalman con chintul y otras hierbitas, y los dejan tranquilos, duermen, cuando están así un poco nerviosos. Estoy ensalmado”.
O sea, anda enhierbado y olvida que insultó y descalificó a quienes estudiaron y estudian en el extranjero. Y ahora, Claudia Sheinbaum Pardo es el mejor ejemplo del mexicano aspiracionista que no cabía en el esquema de la 4T diseñada por él.
¡Recáspita fiscal Ulises Lara! ¡Vaya inicio de semana del licenciado presidente! ¿Qué te parece Drakko?
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