Columnas

¿Por qué mataron a Alejandro Arcos Catalán?

Por: Miguel Ángel Mata Mata/Reportero

TRES SILENCIOS

Chilpancingo, Gro., a 9 de octubre del 2024 (SG). – Tres minutos. Tres silencios. Tres momentos fueron mostrados la tarde del martes en la sesión del Congreso Local de Guerrero. 

El del Morena-Gobierno, para honrar a Ifigenia Martínez.

Otro, por las víctimas del huracán John.

El tercero, desde el corazón de la sociedad de Chilpancingo, mostró la indignación por la sádica decapitación de Alejandro Arcos Catalán.

¿Por qué así? ¿Por qué la saña? ¿Por qué? 

Es la pregunta, sin respuesta, a un gobierno que, la mañana de ayer, pretendió criminalizar a la víctima y ensuciar su imagen.

La corta sesión, del Congreso Local de ayer, fue de luto.

CRIMINALIZA, QUE ALGO QUEDA

Para la mañanera de la presidente Sheibaum, la expectativa era alta. Aquí se esperaba un anuncio de justicia. No fue así. 

Desde la Ciudad de México, Omar García Harfuch no ofreció justicia. Aquí se entendió que el gobierno pretende criminalizar a Alejandro.

No es lo mismo ser llevado por la fuerza que “acudir a una reunión”, como lo dijo el jefe de la seguridad del gobierno federal.

Que alguien le diga a García Harfuch, por favor, que la señal de celulares, en Petaquillas, a quince minutos de Chilpancingo, no se pierde, como él lo señaló en la mañanera.

Lo mismo se publicó en el diario chilango, Reforma: “Lo mataron luego de narco-Reunión”, tituló el cotidiano con información “de fuentes confiables”.

— Infames.

En esta capital han circulado amenazas, para meter miedo y que nadie salga a las calles. 

La consigna, parece, es criminalizar para ensuciar la imagen de la víctima y meter miedo a la sociedad para que no protesten y se queden calladitos.

¿POR QUÉ LO MATARON?

La familia del alcalde ha comenzado los rezos en la iglesia del barrio de Santa Cruz. Para el miércoles, la sociedad de Chilpancingo, ha convocado a una marcha de luto, con velas, para exigir justicia.

Por las calles se respira tristeza, coraje, indignación.

— ¿Qué no sabe lo que pasó? ¡Mataron a nuestro alcalde!, respondieron en la panadería a desconcertado cliente que preguntó por qué no había polvorones.

— ¿Por qué lo mataron?, respondió el pasmado cliente.

La respuesta está en un video exhibido durante la corta sesión del Congreso Local. 

LOS RUMORES

La gente rumora que Los Tlacos y Los Ardillos, grupos del Crimen Organizado que se disputan el control de la capital del estado, tienen que ver en el homicidio. 

En un comunicado, distribuido en redes, los primeros se deslindan. “No fuimos nosotros. Nosotros defendemos al pueblo”, dicen.

De los otros se dice que, “si es cierto que ellos patrocinaron la campaña de Alejandro, como se presume, ¿Por qué asesinarlo?”

Otros dicen que llegó un tercer grupo a “calentar la plaza”.

Otros preguntan por qué no acudieron al funeral ni Alberto Catalán Bastida ni Ángel Aguirre.

Otros aseguran que Alejandro no viajó a Petaquillas, sino a Quechultenango.

Otros que le vieron, manejar su camioneta, solo, por Petaquillas rumbo a Quechu.

Otros preguntan: ¿Ya viste que hay camionetas raras por la ciudad? 

Y LOS MIEDOS

La gente ya no tiene miedo. El miedo, parece, es a la justicia popular. A esa que los ciudadanos toman, cuando no se les hace justicia.   

Y ya sucedió, ayer por la tarde, en Olinalá, donde la turba tomó en sus manos a dos presuntos secuestradores: Los quemaron vivos.

Como que ya no confían en el gobierno y aquí, en Chilpancingo, se respira un polvorín. 

LOS REZOS

El ritual católico, para la muerte, es rezar durante nueve días. 

Levantar, luego, la cruz. 

Ya luego se verá. 

Ya luego se verá.

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