Columnas

Jean-Marie Le Pen del régimen Vichy al Front National

Sebastián Godínez Rivera

El deceso de Jean-Marie Le Pen a los 96 años es un hecho relevante para quienes estudiamos a los líderes euroescépticos y el ascenso del nacionalismo en Europa. El fundador del Front National (FN), hoy Rassemblement National, fue uno de los personajes más emblemáticos de Francia debido a su formación y sus ideas radicales. Nacido durante los últimos años de la década de los 20´s, presenció el estallido de la Segunda Guerra Mundial y luchó durante el proceso de descolonización de los años 50 y 60 del siglo XX.

Desde los 16 años intentó sumarse al ejército para pelear por la liberación del país galo junto a Charles de Gaulle, sin embargo, fue rechazado ya que solo aceptaban a personas de 18 años en adelante. Sin embargo, entre 1951-1954 se alistó para pelear en Indochina, en ese entonces pertenecía a Francia; para 1956-1958 participó en la Guerra de Argelia la cual era un protectorado francés.

En ese entonces, el país europeo contaba con varias colonias en todo el mundo y cabe destacar que el proceso de independencia de varias naciones representó un golpe duro a la hegemonía gala en el orbe. Producto de las condiciones sociales, económicas y políticas Le Pen desarrolló un ferviente nacionalismo y pasión por la política, al punto que durante la guerra en Argelia torturó a varios prisioneros y al ser interrogado declaró “que era necesario”.

El veterano no solo incursionó en la rama bélica, sino también en la política y creció a lado de personajes como Léon Gaultier, ex Waffen-SS, y Roger Holeindre, miembro de la OAS, una organización militar secreta que se oponía a la independencia de Argelia. Le Pen encontró cobijo en el radicalismo y la nostalgia por el imperio francés; su formación ideológica se basó en una rama filo nacionalsocialista del régimen de Vichy, gobierno del Mariscal Petain que estaba alineado con Adolf Hitler.

Le Pen abrazó los ideales del supremacismo racial, el expansionismo, la xenofóbia, el antisemitismo y trató de ocultar algunos crímenes de guerra como las cámaras de gas. Este personaje que fue uno de los parlamentarios más jóvenes en la Asamblea Nacional contaba con tintes populistas que combinó con su capacidad de oratoria para llegar a más seguidores. Para 1962 decidió fundar el Frente Nacional de Combatientes que aglutinó a veteranos de la Segunda Guerra Mundial y de las guerras de descolonización. 

De acuerdo con el politólogo holandés, Cas Mudde quien ha conceptualizado a la primera ola de las extremas derechas entre 1939-1954, periodo en el cual los grupos extremistas no habían desaparecido por completo. En 1968, conocido como el mayo francés, el país estaba en ebullición debido a la ola juvenil que desafiaba el orden establecido; entonces Le Pen vio la necesidad de formar otra organización que rescarata los valores tradicionales de patria, familia, igualdad y libertad que a su concepción se habían perdido en ese año. 

En 1971 fundó el Front National (FN) y este se nutrió ya no solo de veteranos de guerra, sino también de jóvenes, empresarios y personas que consideraban que Francia estaba en decadencia. Además, se nutrió de otros grupos que comulgaban con la herencia del nazismo. Durante todo el siglo XX, su participación en el tablero político fue marginal e incluso era mal visto por diversos sectores sociales, que gracias a la memoria colectiva, recordaban las atrocidades del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.

Empero, nada dura para siempre y fue en la década de 1990 cuando el FN comenzó a consolidarse entre las preferencias obreras, el campo, la periferia de grandes ciudades y algunos sectores juveniles. Para 2002 su crecimiento se reflejó en los comicios presidenciales de 2002 cuando por primera vez Le Pen llegó a la segunda vuelta por el Elíseo, sin embargo, perdió frente a Lionel Jospin. Independientemente de esa derrota el partido comenzó a crecer y a tener fuerza en varios espacios de representación.

Le Pen tuvo éxito en varios comicios, empero, nunca logró ganar la presidencia. Hasta 2011 fue el único líder del FN, cuando decidió dejar la política y cedió su espacio a Marine Le Pen,su hija, quien hoy ha estado cerca de ganar la presidencia, pero perdió ante el ejecutivo, Emmanuel Macron. El patriarca de los Le Pen no tardó en intentar frenar la carrera de su hija y acusarla de destruir el partido y convertirlo en un “movimiento gay”.

En 2015 fue expulsado del partido debido a las declaraciones en las que negaba la existencia del holocausto, las cámaras de gas y llegó a decir que “la ocupación alemana no fue inhumana”. Le Pen fue uno de los actores políticos ligados al nacionalsocialismo que logró el ascenso de una fuerza política que desafió los valores de la democracia liberal. Si bien, fue un personaje carismático, no es posible ligarlo a la nueva ola de derechas que ha aparecido en Europa.

Al analizar su programa de gobierno con el que compitió en 2002 por la presidencia, encontramos elementos por los que puede ser catalogado como un euroescéptico, por ejemplo:

● Se opuso a los principales acuerdos internacionales, los cuales consideró que sometían a Francia a un orden supranacional. Por ejemplo, el Tratado de Maastricht, con el cual se fundó la Unión Europea.

● Buscó abolir el euro y pugnó por el regreso al franco como moneda de curso legal.

● Restablecimiento de la pena de muerte únicamente a militares en cuestiones bélicas

● Defendió una política anti inmigratoria, aspiraba a expulsar a todos los ilegales del país.

Como podemos ver algunos de estos preceptos tienen cabida en varios partidos políticos y liderazgos de Europa y del mundo; sin embargo, puede decirse que Le Pen fue una especie de luz para varios personajes eurófobos. La denuncia de los acuerdos supranacionales y los embates contra la Unión Europea en su momento no fueron atractivos y no lograron convencer a varios electores. 

Durante la segunda década del siglo XXI, el viejo continente ha presenciado el ascenso de partidos que tienen raíces en algunos postulados del FN. Esto no significa que sean iguales, pero sí encontraron inspiración en el lepenismo y con ello nutrieron sus agendas políticas. Una distinción, es que muchos de ellos no reivindican el nazismo; pero han sido catalogados de ultraderecha (concepto que ha sido estirado para clasificar a cualquier líder nacionalista).

El deceso de Jean-Marie Le Pen representa el fin de una serie de personajes que crecieron y abrazaron el extremismo, pero que ahora han sido reemplazadas por otra clase de líderes que optan por no involucrarse en una disputa sobre el holocausto, pero que defienden a ultranza a sus naciones, cuestionan el sistema globalizado y tienden al autoritarismo.

De

Para DeReporteros

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