Columnas

Asia y sus embriones autoritarios

Sebastián Godínez Rivera

Asia es un continente que ha fascinado a los científicos sociales porque su desarrollo político e institucional dista mucho de lo visto en Occidente. A excepción de algunas naciones que sufrieron la intervención militar de Estados Unidos que a su vez permeó en la construcción de su sistema político, como Japón tras el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki o Corea del Sur, tras el fin de la Guerra de Corea.

A excepción de esas naciones, la gama de sistemas autoritarios es extensa, puesto que existen desde partidos hegemónicos como Singapur hasta los totalitarismos como Corea del Norte. También algunos países intentaron construir democracias que no lograron cimentar sus instituciones y fueron sometidas por élites como el caso de Myanmar y su golpe de estado en 2023 o Tailandia en 2014. Cabe destacar que las fuerzas armadas en Asia están ligadas a su desarrollo político, las guerras de descolonización y la construcción de Estados.

            Una breve visión de los estados asiáticos

Azerbaiyán, Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Turkmenistán y Tayikistán pertenecieron a la extinta Unión Soviética, sin embargo, con el derrumbe de esta los países quedaron a merced de la zona de influencia de Rusia y su sistema político devino en autoritarismo. Una explicación es que los personajes que asumieron el poder provenían de las filas socialistas y replicaron el modelo centralista y autoritario.

Los autócratas de estos países mantienen una cercana relación con Vladimir Putin quien encabeza una de las naciones más fuertes. En la península arábiga, las monarquías árabes destacan por la producción de crudo, los grandes lujos y la falta de sistemas pluralistas; los jeques no solo son conocidos por la extravagancia, sino por la instauración de sistemas políticos autoritarios.

Arabia Saudita, Yemen, Omán, Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Jordania destacan por su hermetismo ante el mundo, el desprecio hacia el modelo representativo y la protección a los derechos humanos. La democracia como la conocemos no es un elemento central de la discusión; sobre todo, porque la derrama económica, el desarrollo y el poder adquisitivo de algunos sectores hacen que estos modelos perduren.

Mientras tanto, hay una serie de países que han presenciado la caída de sus líderes autoritarios, por ejemplo, a finales de 2024 en Siria cayó el dictador Bashar Al-Assad que había heredado el cargo de su padre Hafez al-Ásad. El país se convirtió en una tiranía que resistió a las revoluciones de colores que surgieron en la región. Al oeste, en Irak, Saddam Hussein dejó de gobernar el país en 2006 luego de haber sido presidente desde 1979.

En Bangladesh debido a movilizaciones estudiantiles en 2024 que exigían un cambio en el sistema político, acceso igualitario a puestos de trabajo y el hartazgo de la primera ministra, Sheikh Hasina. Las protestas derrumbaron la fortaleza de la jefa de gobierno quien terminó dimitiendo de cargo. Como podemos ver, Asía también ha visto la caída de personajes autocráticos que llevaban mucho tiempo en el poder; las protestas no son suficientes para abrir paso a la democratización.

Partidos, liderazgos y excepciones

Los sistemas de partido único son muy comunes en algunas naciones como China, Vietnam, Corea del Norte, Camboya y Laos. Algunos de ellos ubicados en la península de Indochina; estos países adoptaron estos sistemas derivados de las luchas de descolonización, guerras civiles y la Guerra Fría (1945-1991). Una particularidad de estos es que las revoluciones socialistas triunfaron e instauraron unipartidismos que han sido resilientes a la democratización.

Una excepción en la región es Singapur que cuenta con un régimen de partido hegemónico, caracterizado por Giovanni Sartori como un modelo autoritario en el cual hay un cierto nivel de competitividad. El Partido Acción Popular ha gobernado desde la independencia y aunque continúa ganando elecciones, su poder ha ido disminuyendo. La existencia de un hegemón no debe confundirse con un sistema unipartidista, puesto que este se caracteriza porque no hay competencia, ni pluralismo.

Por otro lado, existen países que consolidaron democracias frágiles y que son más similares a los modelos occidentales. India, Filipinas, Indonesia y Corea del Sur se constituyeron como naciones que abrazaron el pluralismo, pero estas actualmente han atravesado procesos de debilitamiento, erosión y el ascenso de líderes carismáticos que aspiran a instaurar gobiernos personalistas.

Narendra Modi en la India ha gobernado desde 2015, a pesar de que en las elecciones su poder ha disminuído, se mantiene invicto. Su proyecto se caracteriza por la priorización de la mayoría hindú y la exclusión de los musulmanes. El premier indio se ha distinguido por su estilo autoritario de gobierno y encabezar la transición de una democracia occidentalizada a una confesional.

Por otro lado, está Filipinas que tras la dictadura de la dinastía Marcos, llegó al poder Rodrigo Duterte; un personaje polémico por su estilo de mano dura para combatir el consumo de estupefacientes y someter a la población. Duterte ganó el apoyo y la simpatía de varios gobiernos del mundo por su política de combate, mucho antes que Nayib Bukele en El Salvador. En Indonesia, la reciente llegada de Prabowo Subianto, generó tensión en el mundo debido a su historial como miembro de los escuadrones de la muerte.

Recientemente cumplió 100 días en el cargo, por ahora la vena autoritaria ha estado en reposo y podría no despertar (por ahora). Empero, su participación en los comicios generales de 2023 generó muchos cuestionamientos y miedo. Finalmente, la democracia en Corea del Sur está herida debido a los eventos de 2024, cuando el presidente Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial porque la oposición bloqueó su agenda de gobierno, luego entonces, consideró que estaban atentando contra la república.

Las fuerzas armadas salieron a la calle e intentaron entrar al parlamento, sin embargo, la ciudadanía se enfrentó a las fuerzas del orden y todo volvió a la normalidad. Suk Yeol fue depuesto del cargo y actualmente está siendo juzgado por sus acciones; no obstante, su partido hizo todo para evitar su destitución, dejando claro que la vena autoritaria está viva.

De

Para DeReporteros

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