Cultura

Niñxs, de Kani Lapuerta muestra el amor, ternura y dignidad con que deben crecer infancias y juventudes trans

* La película documental se proyectará el jueves 17, a las 17 horas, en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana

* Posteriormente, se realizará un conversatorio con integrantes del proyecto Cine para Imaginar y con el director de la cinta

Plasmar en el cine narrativas que abordarán las infancias y juventudes diversas desde una perspectiva positiva, esperanzadora, fresca y apegada a la realidad, sin caer en las historias trágicas o de rechazo, donde, al final, los personajes retratados no tenían ninguna posibilidad, llevó a Kani Lapuerta a filmar la cinta documental Niñxs (2025).

La película que acerca a la audiencia, con respeto y ternura, al día a día de una adolescente trans que busca reafirmarse, será exhibida el jueves 17, a las 17:00 horas, en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), al terminar habrá un conversatorio en el que participarán Carolay Estrella y Hannah, integrantes de “Cine para Imaginar” (proyecto que busca hacer el cine accesible para personas con discapacidad sensorial), así como el director de la película.

 Dicha función contará con audiodescripción, subtitulado descriptivo e interpretación en Lengua de Señas Mexicana (LSM), al igual que el conversatorio.

En el pueblo mágico de Tepoztlán, Karla, una joven de 15 años, nos guía en un viaje íntimo hacia el autodescubrimiento. A través de su historia, Niñxs se convierte en un espejo de la resistencia, la ternura y la valentía de quienes buscan su lugar en el mundo.

Sobre el documental, Lapuerta comentó que el proyecto de su realización surgió en 2017, después de conocer a Karla (la protagonista de su cinta) y a su familia, “también surgió de una necesidad mía, personal, de darme cuenta de que no existían narrativas en el cine ni en el documental, que reflejaran infancias o adolescencias diversas de una manera positiva”.

Kani Lapuerta expuso que cuando conoció a Karla y a su familia, de alguna manera, le dieron un poco de esperanza de que tal vez esa historia podía contarse desde otro lugar y de otra manera, también pensando en el poder de las narrativas para cambiar esos imaginarios que hay sobre las infancias y las adolescencias diversas.

“Creo que vivimos en una sociedad muy ‘adultocentrista’, que piensa que las infancias y las adolescencias no tienen capacidad de decidir por sí mismas, y que los adultos tenemos que ir a decirles lo que está bien y lo que está mal, y lo que están viviendo y sintiendo”, destacó.

A lo largo del proceso de realización del documental, lo más difícil, compartió el director, lo que fue más difícil fue conseguir apoyos económicos por el tema que se buscaba abordar con la cinta, ya que, de acuerdo con Lapuerta, es un tema que todavía, al día de hoy, levanta mucho debate y es difícil posicionarse alrededor de él.

“Aquí en México no recibimos apoyo público para el proyecto, salvo del programa Fondo Semillas, recibimos fondos de otros lugares como festivales de cine y del canal de televisión Arte, lo que, de alguna manera, hizo que se demorara más su realización, pero creo que se tardó lo que se tenía que tardar para que la película fuera así de redonda como es”, indicó.

Otra dificultad a la que el cineasta se enfrentó fue el crecimiento de la protagonista, pues como compartió, prácticamente grabaron más de la mitad de su vida, lo que ocasionó que fuera cambiando la forma de la película conforme pasan los años, con ello, también se fue modificando la intención de la misma.

“Pasó de la idea de representar una infancia, libre, que tenía apoyo en su entorno familiar y que podía desarrollarse como quisiera, a ser otra cosa: dos personas trans que están creando una historia”, acotó.

Como en cualquier persona, la adolescencia es un periodo difícil y complejo en el que se va construyendo o buscando la identidad, “lo que también quería con esta película es que la gente conectara con esa etapa de la vida, identificándose con Karla, más allá de que sea una adolescente trans, sino por todas las cuestiones que se viven esa etapa de la vida”.

Con su cinta, el director busca, de momento, hacer a un lado la experiencia trans, si bien es la historia de una niña trans, también es la historia de alguien que va a la escuela, que tiene amigas, que juega, que se enoja con su familia, lo que se buscaba era no cumplir con esa expectativa sobre lo que significa una vida trans, “quisimos sacarla de ese lugar y llevarla a un lugar más de disfrute, de goce, de crecimiento, de descubrimiento, también de mostrar quién es”.

Afirmó que la sociedad tiene un morbo extraño por las vidas trans y por las vivencias trans, lo que se aprecia en muchas películas que cuentan historias de personas trans, pero en la realidad, poca gente convive con ellas, en el cotidiano, lo que genera una idea distorsionada, exotizada de lo que es una persona trans.

“¿Qué nos falta como sociedad?, convivir más con las personas trans y entender que más allá de lo que nos han contado, son personas como cualquier otra, que comen, que aman, que se enamoran, que trabajan, etcétera, nos hace falta humanizar a las personas trans”, subrayó.

Kani Lapuerta detalló que la película está acompañada de una campaña de impacto que pretende luchar por los derechos de las infancias y las adolescencias trans, por lo que trabajan con la Asociación por las Infancias Trans, asociación de familias que se dedican a visibilizar y a generar conciencia sobre estas vivencias.

“Vamos a tener como un recorrido en conjunto con ellos por escuelas públicas de educación media superior en diversos estados del país, la idea es proyectar la película y después tener una plática entre integrantes de la asociación, maestras, maestros y alumnos, este recorrido que será a nivel nacional arrancará en enero de 2026”, compartió.

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